Ya entendemos porqué el Gobierno de Castilla-La Mancha y las Organizaciones Agrarias brindaban por la OCM del Vino: era tan buena para la viticultura española que había dinero de sobra. Mientras los viticultores están arruinados y no consoiguen vender las uvas a un precio suficiente para cubrir costes de producción, el "Gobierno de España" devuelve a Bruselas 17 millones de euros del presupuesto vitivinícola porque no sabe en que invertirlos.
El Ejecutivo alega que le ha faltado tiempo porque la reforma entró en vigor hace sólo un año
El dinero se podía haber invertido en proyectos ligados al sector del vino y al campo y se han dejado sin financiar otros planes de reconversión y modernización.
El Gobierno devolvió a la UE 17 millones al no saber cómo gastarlos
La Razón, 21 Enero 10 -
Carmen Morodo :
"Hace dos meses, los agricultores y los ganaderos protestaron en Madrid por la falta de apoyo ante la crisis.
Quien mucho abarca poco aprieta. Parte del problema puede tener su origen en un Ministerio desbordado tras la fusión de Agricultura y Medio Ambiente y que en teoría debe ocuparse de casi todo y que en la práctica llega a poco. También puede ser incompetencia política y mala gestión. En cualquier caso, el hecho tangible es que España ha dejado de gastarse o, lo que es lo mismo, ha devuelto a la Unión Europea 17,6 millones de euros de los 213,8 con los que contaba el programa de apoyo a la OCM del vino para 2009.
De hecho, inicialmente los fondos sobrantes del programa de apoyo 2008/2009 fueron casi el doble, es decir, 32,7 millones de euros, pero se reasignaron en una segunda vuelta otros 15 millones a medidas de reestructuración del viñedo.
El sector vitivinícola atraviesa posiblemente su peor momento de los últimos 20 años por una bajada importante de producción y de los precios de la uva. La situación general del campo no es menos dramática: su agonía se acelera bajo los efectos de la crisis económica. Dos meses atrás, agricultores y ganaderos llenaban las calles de Madrid, en una manifestación histórica, para protestar por la falta de apoyo del Gobierno. Sus representantes se quejan, entre otras cosas, de que España ha ido perdiendo posiciones en las reuniones que se han celebrado a nivel europeo.
Dentro de esa aparente despreocupación, el Ejecutivo dejó incluso la crisis del campo fuera de la agenda de la última reunión de presidentes autonómicos, pero al final rectificó por la presión del PP.
Las ayudas que se han devuelto no afectaban, además, estrictamente al campo, sino que tenían su deriva industrial y en materia de competitividad porque también pueden emplearse en la transformación industrial de la uva y en la promoción exterior del vino en terceros países.
Hay que tener en cuenta que la OCM del vino es una especie de OCM a la carta,en la que cada Estado puede elegir cómo gastarse parte del presupuesto entre una serie de medidas que propone Bruselas: los países tienen mucho margen de maniobra y pueden invertir parte de los fondos según sus necesidades.
Es cierto que hay cierta dificultad a la hora de aplicar, por ejemplo, los fondos de promoción, ya que se pueden caer proyectos aprobados en el último minuto y el dinero debe ser devuelto.
Pero, y aunque el Gobierno se justifique con el argumento de que no se habían presentado proyectos, todas las medidas son vasos comunicantes y, por tanto, los 17,6 millones de euros se podían haber gastado sin problema en otras actuaciones que caben dentro del epígrafe de «ayuda a la hectárea» o en planes de reestructuración.
De hecho, son muchos los proyectos de reestructuración y reconversión que no se subvencionaron en la última convocatoria por falta de presupuesto. El concepto de reestructuración abarca todas las actuaciones dirigidas a fomentar la modernización del viñedo español, haciéndolo más competitivo con variedades más demandadas en el mercado o estableciendo técnicas que ahorren costes de producción.
Las razones del Gobierno
En su defensa el Gobierno también señala que la reforma de las ayudas europeas ha entrado en vigor hace sólo un año y eso plantea problemas de organización, que han tenido otros países como Francia o Italia.
La lupa mira ahora hacia la Presidencia española de la UE: la incógnita es qué repercusiones tendrá, si es que las tiene, en la crisis del campo. De momento, el Gobierno ha anunciado que sus prioridades se centran en el mantenimiento de la Política Agraria Común (PAC) a partir de 2013, en la competitividad del sector agroalimentario y en el papel de la mujer en el medio rural."